miércoles, 9 de enero de 2019

¿Qué ocurre si no juego con mi gato?

Si no juegas con tu gato, además de perderte algo genial de la vida, puedes contribuir a que se sienta mal y busque alternativas como marcar el territorio con orina, trepar por las cortinas, arañar el sofá o morderte los tobillos.
Aunque tu gato no sea muy juguetón, “provócalo” con objetos como un palo que lleve algo atado. No lo molestes, solo despierta su instinto cazador y ¡a disfrutar!

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